sábado, 25 de febrero de 2012

Portobello y el carnaval. Panamá.

Portobello se encuentra ubicado en la Bahia del mismo nombre sobre el Mar Caribe en Panamá. Es un pequeño pueblo donde antiguamente funciono la Real Aduana Española, por su ubicación estratégica, fue el lugar elegido para guardar los tesoros de América que luego serian transportados a España.
A raíz de esto hoy el pueblo es habitado por descendientes africanos que fueron traídos en la época de la conquista y hoy mantienen viva su cultura a través de la danza y la música.
Real Aduana de Portobello
El carnaval de los Congos es la fiesta mas importante de Portobello, donde se festeja manteniendo la tradición los Congos que llegaron de Africa y en aquellas épocas, en sus días de encuentro, a través de la danza y la música buscaban a sus familias y contaban sus historias.

La fiesta del carnaval comienza el 6 de enero y termina el miércoles de ceniza, durante esos días los fines de semana aparecen los Congos y hay bailes en el Palenque. Los Congos son los personajes encargados de proteger a la reina, ya que se trata de una sociedad matriarcal, y el palenque, el lugar de reunión que quiere ser atacado por el diablo, el español. Los Congos visten ropas al revés, hablan al revés,  y están llenos de amuletos que representan a los que se quedaron en Africa. Dentro del palenque la reina y las demás mujeres, detrás de una fila de tambores, cantan y cuentan en cantos sus vivencias, mientras hombres y mujeres bailan. 
El ultimo fin de semana aparece el diablo que intenta ocupar el Palenque y capturar a la reina generando una pelea entre danza, tambores y latigazos a azotan a los participantes y al público.
Durante todo el día salen diablos que se enfrentan a Congos al ritmo de tambores y cantos.





Mama Ari nos conto sobre la cultura Congo, sus historias, ritos y tradiciones
 El Gran amigo Putulungo, con sus historias por las calles de Portobello


viernes, 10 de febrero de 2012

Piña en el Atlántico de Panamá

Ya con el auto otra vez en la ruta continuamos el viaje por Panamá y nos fuimos a Piña, Costa Abajo, donde íbamos a pasar los próximo días, no sabíamos muy bien  donde quedaba y nos encontramos con la sorpresa de que teníamos que cruzar el  canal de Panamá, pensábamos que íbamos a tardar mas tiempo en conocer el canal, pero fue ese mismo día que llegamos. De este lado del canal, en el Atlántico, no hay un puente para que los autos crucen de un lado a otro, como si hay en el Pacifico. Aquí se cruza por las mismas esclusas, se corta el transito mientras pasan los barcos y cuando la compuerta se cierra, dan paso, primero a un sentido y luego al otro. Los enormes barcos quedan al lado de los autos porque avanzan muy lento. De esta forma pudimos ver bien de cerca el funcionamiento del canal. Los barcos cargueros o cruceros, que entran o salen del canal, son remolcados por unas pequeñas lanchas, porque entran perfecto en la medida del ancho de las esclusas. Ahí se llena de agua para que suban o bajen el nivel del agua, ya que el lago Gatún, que forma el Canal de Panamá, no esta a la misma altura que los dos océanos.
Nos quedamos en un hermoso lugar en la costa del mar, en una casa a donde llegaban y se iban viajeros de todo el mundo. Se hablaban muchos idiomas, y fue un panorama de lo que es Panamá, un país en donde convergen culturas de todo el mundo.
 Irene y Peter de Croacia venían viajando en Moto por toda América.
Entre tantas palmeras surgió tomar mate en Coco cebado con agua de Coco, riquisimo sobre todo para un aleman que nunca habia probado el mate!!


lunes, 6 de febrero de 2012

Cruzar de Colombia a Panamá

Aunque se supone que la carretera Panamericana une todo el continente americano no es así, tiene una interrupción entre Colombia y Panamá, el Tapón de Darien, que no permite continuar el viaje por tierra. Los motivos por los cuales no se realiza esta carretera son muchos, intereses económicos y políticos que, entre otras cosas, mantienen el continente separado.
La opción para llegar a Panamá y continuar el viaje por carretera es embarcar el auto.
Existen dos formas para embarcarlo pero ninguna de las dos permite que las personas viajen junto con el auto.
 Una es un Barco RoRo en cual el auto sube y baja del barco andando, para esto hay que dejar el auto en el puerto con las llaves para que el Capitán maneje el auto para subirlo al barco, el auto viaja junto a la tripulación del barco con las llaves puestas y cuando llega a destino lo bajan y lo dejan en el otro puerto hasta que llegue el dueño. Esta opción no es muy segura, la mayoría de las personas que han cruzado de esta forma nos cuentan que les han robado cosas del auto.
La otra opción es rentar un contenedor para meter el auto en un barco carguero, que fue lo que elegimos.
Después de mucho averiguar en los dos puertos de Cartagena y con muchas empresas de conteiners, decidimos hacerlo con una agencia de aduanas ya que facilita los tramites del puerto y aduana, que son muchos papeles, firmas, inspecciones, turnos, y haciéndolo con ellos todo se hace mas fácil y rápido.
Para achicar costos conviene compartir un contenedor en el que entran dos autos, para esto nos encontramos con Una Familia Viajera, una pareja y sus tres hijos que venían viajando en un motorhome y estaban por cruzar a Panamá al mismo tiempo que nosotros.
Los tramites duraron mas o menos 3 días, una vez que el auto ingresa al puerto la policía hace un control antinarcoticos en cual hacen bajar "todo" lo que esta en el auto y como es dentro del puerto solo puede estar el titular del vehículo que se tiene que encargar de bajar y subir todo.
Atan el auto con cuerdas y maderas, y cierran el conteiner con candados certificados. En el contrato de navegación dice que en el caso de que el barco se hunda no se hacen responsables por el cargamento, sino que nosotros tenemos que solidarisarnos con el barco por las perdidas. Un poco absurdo pero es así...

El viaje del barco, desde el Puerto de Cartagena en Colombia hasta el Puerto de Colón en Panamá, en total son mas o menos 18 horas pero entre los días de carga y descarga se hacen como 5 días. El costo del viaje es tan elevado que es igual a un viaje de 45 días por el océano de un continente a otro.
Una vez el auto estuvo listo para irse empezamos a ver como irnos nosotros. De las opciones que encontramos una es ir por Turbo, región del Darien en Colombia que ya habíamos conocido, en la cual hay que viajar en varias barcos para llegar, la teníamos descartada desde un principio, porque no es tan certero hay que ir encontrando barcos que te lleven. Otra es en velero desde Cartagena, un viaje turístico de 5 días que incluye las Islas de San Blas. Pasamos varios días en el muelle intentando conseguir un velero que nos quisiera llevar a todos, la familia y nosotros, y no fue posible coincidir. No nos podíamos demorar porque una vez que el auto llega a destino tiene cierta cantidad de días y luego empiezan a cobrar por el parqueadero del conteiner, así que decidimos viajar en avión, que es la opción mas económica.
Para el viaje en avión nos encontramos con Julieta y Guillermo,una pareja de cordobeses que también habían embarcado su auto en otro barco rumbo a Panamá.
Una vez que llegamos a la Ciudad de Panamá nos fuimos a la terminal a esperar para viajar a Colón la ciudad a donde llego el auto, que queda en la otra costa de Panamá sobre el Atlántico.
Como llegamos de noche nos quedamos en la terminal  esperando para viajar a la madrugada y llegar bien temprano al puerto, ya que sabíamos que el tramite iba a ser largo y queríamos recuperar los autos ese mismo día. Aquí ya no teníamos la ayuda de la agencia de aduanas, si no que hicimos todos los tramites por nuestra cuenta.
Nos bajamos del bus a mitad de camino para encontrar la entrada hacia el puerto al que llegamos en un taxi antes de que abriera, una vez adentro empezaron los tramites, antes que nada había que hacer la importación del vehículo pero la oficina de aduanas es en la zona franca como a 5km de donde estábamos, como no hay ni taxis ni autobuses una de las personas del puerto se ofreció a llevar a los titulares de los autos a hacer el tramite a cambio de una propina.
Una vez que llegaron a las oficinas les dijeron que primero tenían que sacar el seguro para el auto, así que se fueron hacia la ciudad a tramitar el seguro, volvieron a la aduana a hacer la importación y así se paso toda la mañana donde el calor se sentía sofocante rodeados de camiones y conteiners.
En el puerto por suerte había muy buena onda y confiaron en que si íbamos a sacar los autos ese día, así que para adelantar, mientras llegaban con los papeles, fueron ubicando el conteiner en el patio y lo dejaron listo para abrir. Cerca de las 3 de la tarde llegaron con los papeles, después de muchas idas y venidas consiguieron todo.
Vino la parte de abrir el conteiner justo cuando el sol estaba pegando con todo sobre la lata, no quisimos pagar para que desaten los autos así que lo hicimos a mano y sin herramientas nosotros mismos, desclavamos las maderas de los torniquetes, fue un trabajo pesado y de mucho sudor con el sol pegando en el conteiner donde apenas entrabamos nosotros y los autos.
Después de unas cuantas firmas, inspecciones y desinfecciones quedamos listos con los autos para continuar el viaje por América.